Las flores comestibles son uno de los alimentos que cada vez más frecuentemente se utilizan en nuestra cocina. Estas flores provienen de una gran variedad de plantas y gran parte de ellas son aptas para el consumo humano, bien es cierto que algunas necesitan de una preparación previa para ello. La florifagia, nombre con el que se conoce a la ingesta de flores, se da en la sociedad desde hace cientos de años, siendo especialmente popular en culturas como la mexicana, china o hindú.
Esta parte de la planta que generalmente destaca por su bella apariencia, es además una gran fuente de vitaminas, minerales y proteínas. Es rica en flavonoides; los alimentos que contienen estos fitonutrientes son difíciles de encontrar y en las flores los hallamos en abundancia. Los flavonoides son los encargados de prevenir ciertas enfermedades debido a sus efectos antiinflamatorios y antioxidantes. Entre las vitaminas que destacan en la mayoría de pétalos encontramos vitaminas del grupo A, las cuales protegen la salud ocular, del grupo B siendo las encargadas de la producción energética para el día a día y las pertenecientes al grupo C, las cuales refuerzan el sistema inmunológico. También destacan por su alto contenido en fibra, beneficiosa para la salud intestinal.
De entre las partes de la plantas, generalmente, son las flores las únicas que en determinadas ocasiones se pueden ingerir. Los tallos, raíces y algunas semillas pueden contener sustancias tóxicas para el organismo, además, los tallos regularmente pueden tornar su sabor un tanto amargo. Por todo esto, se aconseja extraer únicamente los pétalos de la flor y limpiarla de pólenes que puedan albergar.
Se recomienda el consumo de flores cultivadas de manera ecológica para evitar de esta forma la contaminación con pesticidas y otras sustancias perjudiciales para el organismo humano. Por ello, si queréis innovar en vuestros platos desde Alimentos de Segovia os recomendamos las flores comestibles que cultivan con mucho cariño en Huerta Pradoancho. A continuación os dejamos algunas de las que podréis encontrar en su huerta.
La borraja caracterizada por su color azulado y un sabor similar al del pepino, se utiliza habitualmente en bebidas. La flor de calabaza de color amarillo, se caracteriza por un dulce sabor y una textura suave y se pueden consumir tanto fritas como relenas rellenas. La Caléndula de tonos anaranjados o amarillos recuerda con su sabor a la pimienta o el azafrán, otrogando unos tonos picantes. El Diente de León se distingue por un color amarilo intenso y un sabor bastante dulce. La flor Hibiscus la podemos encontrar en una amplia variedad de colores, su sabor es dulce y combina con platos de aves, pescados y ensaladas, al igual que la albahaca. La lavanda, en cambio, se caracteriza por su ligero picante, idóneo para condimentar carnes de caza. Por último, los pétalos de rosa también son comestibles, su sabor es simultáneamente dulce y picante, lo cual le otorga una gran versatilidad para combinar en diferentes salsas.
