La espirulina: Los beneficios nutricionales de una bacteria en auge

La espirulina fue uno de los primeros habitantes de la Tierra. Esta cianobacteria, que debido a su color verdoso a menudo se engloba dentro de la categoría de algas o microalgas, es en realidad una bacteria. Su nombre científico proviene del género de bacterias Arthrospira”, pero su denominación común “Espirulina” se debe a la forma en espiral que crean sus células.

Se puede decir que la espirulina es el origen de las algas, de las primeras células vegetales y de la vida. Tiene un papel fundamental en cuanto a la sostenibilidad de la biodiversidad de la vida tal y como la conocemos hoy en día. Su aparición, hace más de 3.500 millones de años como bacteria fotosintética que aprovecha la luz solar y capta dióxido de carbono de la atmósfera para convertirlo en oxígeno, propició el surgimiento de seres más complejos. 

A parte de esto, la espirulina es considerada uno de los alimentos más nutritivos que existen hoy en día. Destaca especialmente por ser una gran fuente de proteínas. Además, contiene los 9 aminoácidos esenciales, que son aminoácidos que nuestro cuerpo no es capaz de producir y debemos aportarlos a través de la alimentación. Contiene ácidos grasos esenciales, entre los que destaca el ácido linoleico; además, también supone un gran aporte de hierro en la dieta. 

Pero estas propiedades nutricionales ya se intuían hace miles de años, ya que nuestros antepasados, concretamente de zonas como África y Sudamérica ya la incluían en su dieta. Algunos de los precursores de la espirulina fueron los aztecas y otras civilizaciones de la zona del lago Texcoco (México) que al igual que el lago Chad (Chad) eran magníficas cunas para el crecimiento de este alimento.

En la actualidad cada vez más, se van descubriendo todos los beneficios de este superalimento y por ello su consumo y producción va aumentando. En la provincia de Segovia no 

podíamos quedarnos atrás y contamos con un productor de espirulina ubicado en Valsaín, “Spirulina Valsaín”. En sus instalaciones recrean las mismas condiciones climáticas que se darían en el entorno natural donde esta bacteria crece. Su crecimiento se da a 1.200 metros de altitud, en plena sierra de Guadarrama, donde su vida se desarrolla en aguas de magníficas calidades. En estas piscinas de invernadero las condiciones climáticas deben asemejarse a las de su hábitat natural, con temperaturas muy cálidas y mucha luz solar, que en Spirulina Valsaín recrean a la perfección. 

La materia prima de Spirulina Valsaín proviene de cepas de espirulina africanas, sudamericanas o indias, que en su propio laboratorio analizan para adecuar mejor su crecimiento y dar lugar a una exquisita espirulina. Desde el comienzo controlan todo el proceso para que su desarrollo se dé en las condiciones adecuadas y no exista el contagio con metales pesados provenientes de otras algas.

La cosecha de este superalimento se realiza entre los meses de marzo a octubre, después lo secan y envasan de forma natural y sin añadir conservantes ni aditivos. Todo el proceso es artesanal y sostenible.

Los beneficios de la espirulina para la salud son muy numerosos, cabe destacar su efecto antioxidante del cuerpo, la disminución del colesterol malo y la mejora de la presión arterial. Además, debido a su alto nivel de hierro, es beneficiosa para combatir la anemia y también puede ayudar a paliar los efectos de la rinitis alérgica. No se encuentra aconsejada para personas con enfermedades autoinmunes, enfermedades hepáticas o problemas de coagulación.

Al ser un superalimento, su uso es frecuente entre deportistas debido a la gran cantidad de proteínas y vitaminas que aporta y también en algunas dietas debido a su efecto saciante . También es empleada en viajes aeroespaciales dada su facilidad de conservación y sus magníficas propiedades nutricionales. Se puede utilizar en una diversidad de recetas y en Spirulina Valsaín nos enseñan formas alternativas de preparar nuestros platos con la espirulina, como pueden ser “Brocomole con espirulina” o “Capas de berenjena y pisto de calabaza y espirulina”. ¿Aún no la has probado?