El garbanzo: un superalimento muy segoviano

Cicer arietinum o más comúnmente conocido como “garbanzo” es ese alimento tan arraigado en nuestra dieta, que forma parte del tradicional cocido, potaje o del ya no tan nuevo complemento en nuestra gastronomía, el hummus.

La planta del garbanzo no suele alcanzar más de 50 centímetros de altura, tiene hojas de borde dentado y un tallo redondeado del que nacen las vainas y en cuyo interior crecen dos o tres de semillas, los conocidos garbanzos.

En la actualidad, el garbanzo se consume en todos los continentes pero su origen tuvo lugar en el mediterráneo oriental, más concretamente en la zona situada entre Turquía, Grecia y Siria.

En la provincia de Segovia, gozamos de una gran tradición en el cultivo de este nutritivo alimento, es por ello que a día de hoy tenemos el placer de poder contar con dos Marcas Colectivas entorno al cultivo del garbanzo: el garbanzo de Labajos y el garbanzo de Valseca.

El garbanzo de Valseca obtuvo su marca en el año 2019, gracias a su gran calibre, forma achatada en los bordes y su color marrón lechoso. Se caracteriza también por contar con profundos surcos y un prominente pico. Durante la cocción, absorbe su peso en agua; cada grano queda intacto con una textura mantecosa y un sabor muy agradable al paladar.

La zona que abarca esta denominación se sitúa en el noreste de la provincia, comprendiendo las tierras situadas en los municipios de Valseca, Bernuy de Porreros,  Hontanares de Eresma, Los Huertos, Carbonero de Ahusín, Roda de Eresma, Cabañas de Polendos, Valverde del Majano y Encinillas.

En cuanto al garbanzo de Labajos, tras más de 150 años de tradición dedicados al cultivo de esta legumbre de gran calidad, fue reconocido como Marca Colectiva en 2020. Se caracteriza por un paladar fino, su tamaño medio y una cocción sencilla, quedando fácilmente en su punto justo de textura, sin deshollejarse.

Su cultivo se lleva a cabo en la zona oeste de la provincia, en la denominada Campiña segoviana; comprende los municipios de Labajos, Muñopedro, Jemenuño, Cobos y Bercial e incluso logra traspasar a la provincia de Ávila, en los pueblos de Maello y Santa María del Cubillo.

Esta legumbre, que tiene su recolección en periodos de tiempo anuales, es reconocida por sus propiedades nutritivas; destaca especialmente por su gran cantidad de proteínas de origen vegetal, su alto valor en fibra, vitaminas, minerales (como fósforo, magnesio y potasio) y lípidos, como ácido oleico y linoleico (carentes de colesterol). Por todo esto, es un extraordinario alimento que incluir en nuestra dieta, ya que tiene una variada cantidad de beneficios para la salud como; la reducción del colesterol, la presión arterial y promueve una buena salud cardiovascular e intestinal. Además, no contiene gluten, por lo que es apto para celiacos.

Porque ya lo dice el refrán, “De marzo a marzo, no hay mejor comida que el garbanzo” .