Las croquetas son uno de los alimentos preferidos por la gran mayoría de personas. Se estima que cada español come de media alrededor de 80 croquetas al año. Este plato tan arraigado en nuestra gastronomía tiene su origen hace más de tres siglos, en el país vecino francés. Su nombre proviene del verbo “croquer” que en significa crujir, porque como ya sabemos una buena croqueta tiene que crujir. Más tarde derivó en el diminutivo femenino “croquette” traducido como “crujientita”.
En sus comienzos, las “croquets” que era como se denominaban en la época no eran como las actuales. Para empezar, su forma era redondeada del tamaño de una nuez y no estaban elaboradas con bechamel, sino más bien eran una mezcla de carne, trufa y especias, todo ello cubierto por un rebozado de huevo y pan rallado. En realidad, se podía llamar croquet a cualquier rebozado crujiente por fuera y jugoso por dentro.
Que el 16 de enero sea el Día Mundial de la Croqueta no es una casualidad, sino que fue en esta fecha allá por el año 1817, cuando se cocinó por primera vez unas croquetas con bechamel, lo más similar a las que conocemos hoy en día. Fueron servidas en una cena entre el príncipe de Inglaterra y el archiduque de Rusia, con el nombre de “Croquettes a la Royale”.
En España se cree que las croquetas llegaron bajo el dominio francés, ya que durante la Guerra de la Independencia se agasajaron a las tropas inglesas con este plato. Este alimento que hasta ese momento era consumido por las clases más altas de la sociedad fue ocupando lugar entre las clases sociales bajas. Tras esta y otras crisis económicas provenientes de guerras y enfermedades, la cultura de la cocina del aprovechamiento fue dando lugar a nuestra actual croqueta. De este modo, las sobras del cocido y asados se mezclaban con la masa de la bechamel generando unas magníficas, nutritivas y económicas croquetas.
Como bien sabemos las croquetas pueden estar compuestas de infinidad de alimentos, dando lugar a múltiples sabores y combinaciones. Algunas personas son fanáticas de las típicas croquetas de jamón y a otras les gusta innovar en su sabor, sea como sea desde Alimentos de Segovia queremos que en este día disfrutéis de las mejores croquetas.
Por ello, para los que prefieran unas croquetas tradicionales y por supuesto caseras, en Taberna López encontraréis unas deliciosas raciones, tanto de jamón como de queso. En el restaurante José María y El Sitio ofrecen también unas croquetas de jamón especialmente exquisitas. Por último, en El Figón de Los Comuneros cuentan con una amplia carta sin gluten, en donde hay que destacar sus sabrosas croquetas sin gluten.
Para los innovadores, en Segovia también contamos con una gran número de restaurantes que ofrecen sabores más atrevidos y que son un deleite para los sentidos. El restaurante Casares ofrece croquetas de espinacas con mozzarella, si sois más de pescados también tienen croquetas de salmón y bacalao. En La Postal a la vez que disfrutáis de las vistas de nuestra majestuosa ciudad, podéis hacerlo también con unas croquetas de puerro y bacalao o de cecina y senderuelas. En el restaurante Maracaibo se atreven con su croqueta casera a base de centollo, dejando un regustillo a mar en el paladar. Por último, más cerca del centro de la ciudad en Casa Duque, por un lado ofrecen las tradicionales croquetas de jamón y por otro su especialidad, las suculentas croquetas de gambas al ajillo.
Así que este 16 de enero no te puedes quedar sin comer tu ración de croquetas favorita, porque que sea la tercera tapa más consumida en España no es un puesto que se gane fácilmente.
